Fernando Botella es de formación biólogo, pero se dedica al mundo de la consultoría. Es CEO de Think&Action y autor de varios libros: La fuerza de la ilusión (que lo escribió con el mago Jorge Blass), Atrévete y el más reciente, El Factor H, sobre liderazgo. Fernando estará el próximo 25 de mayo en Alicante, en el evento que organiza Gestionando hijos, para hablarnos de cómo descubrir el talento de nuestros hijos.
Fernando, ¿crees que los padres sabemos o le dedicamos tiempo a descubrir el talento de nuestros hijos?
Fernando Botella: No, en general no dedicamos mucho tiempo a descubrir el talento de nuestros hijos. Y ahí está la clave, porque a lo que en nuestra vida no le dedicamos tiempo, en el fondo lo que estamos diciendo es que no nos importa. Si, como es en este caso, no le dedicamos tiempo, no vamos a descubrir los talentos de nuestros hijos.
¿Cómo pueden hacerlo? ¿Nos das algunas pautas?
Fernando: Para mí hay 3 pautas clave (y no son las únicas):
¿Qué errores cometemos los padres principalmente en lo que se refiere a descubrir el talento de nuestros hijos?
Fernando: Hay dos o tres claros. Primero, dar las cosas por sentado, en el sentido de enjuiciar elementos como “Pues si lo que te gusta es el fútbol lo tienes muy difícil porque hay cuatrocientos mil como tú en esta ciudad”. Este juicio anticipado es una barbaridad desde el punto de vista de orientar o catalizar el talento de tus hijos. Segundo, hacer una previsión negativa del futuro. Al hacer una previsión negativa del futuro, pierdes la oportunidad de descubrir el talento que tiene hoy porque lo estás relacionando con lo que en el futuro se espera. Por una previsión negativa o incierta del futuro no podemos congelar el presente, y hay muchos padres que lo hacen. Como no sé qué profesiones serán más demandadas en el futuro, no me centro en el presente, en ver qué se le da bien. Y por último, poner lo que es prioritario por detrás de lo que no lo es. Y a esto me refiero a cuando dedicamos el tiempo para estar con ellos (prioritario), a mirar cosas a la vez en el ordenador o en el móvil (no prioritario). Les estamos dando un mal ejemplo porque les estamos pidiendo una cosa y nosotros hacemos otra.
¿Seguimos teniendo muchos prejuicios sobre algunas profesiones? Por ejemplo, valorar más que el niño quiera ser médico o abogado en lugar de electricista, por ejemplo, aunque esto sea lo que más le guste.
Fernando: Sigue habiendo profesiones favoritas que a la gente le encantaría que sus hijos eligieran. Se oyen cosas como, dos personas hablando en la carnicería o en el bar, y una le dice a la otra que a su hijo no le ha dado la nota para estudiar Medicina y que al final va a hacer un FP y se va a dedicar a una profesión técnica, y la otra persona le responde: “Bueno, así también le irá bien”.
Los prejuicios generan muros en el descubrimiento del talento de nuestros hijos. Y lo más importante de destapar o descubrir el talento de nuestros hijos es ayudarles a que lo catalicen, a que sean felices con lo que les gusta, que si es posible la profesión que elijan sea su hobbie.
¿Se puede tener más de un talento?
Fernando: Sí, no tengo ninguna duda. Básicamente porque yo creo que el talento no es algo con lo que nacemos. El talento tiene mucho que ver con el conocimiento que vamos adquiriendo, con las habilidades que vamos practicando y con la actitud con la que nos enfrentamos a las cosas en la vida. Hay gente con un talento más corto que otros que, gracias al esfuerzo que han puesto, la perseverancia y la determinación han conseguido tener el talento de números uno. Si ponemos de ejemplo el mundo del tenis, que me gusta mucho, cualquiera podría decir que Federer tiene un talento de nacimiento, mientras que Rafa se lo ha tenido que currar, pero los dos son talentos igualmente válidos. Rubinstein, el pianista, decía que cuando tenía 8 años tocaba el piano ocho o nueve horas al día, y cuando tenía 86, ya jubilado, seguía tocando ocho o nueve horas al día. Una vez, se encontró con una persona por la calle que le dijo: “Maestro, yo daría la vida por tocar el piano como usted” y él dijo: “Pues eso es lo que yo he dado”. Si das las horas que tienes que dar de entrenamiento y de práctica, las posibilidades de desarrollar el talento son mucho mayores.
Puede ser que nuestro hijo tenga talento para algo pero no le guste lo suficiente… ¿Qué debemos hacer?
Fernando: Sí, es posible que con la observación hayamos visto que el niño tiene talento para una determinada habilidad, por ejemplo, que hace unas piruetas con el balón que parece Messi, pero no le gusta el fútbol. En ese caso, lo primero es intentar orientarle. Saber por qué no le gusta, descubrir los motivos. A veces, conociendo lo que hay detrás de esa negativa puede ser algo que podemos trabajar y que se convierta en algo que le guste. Pero si aun así no le gusta, lo mejor es abandonarlo.
¿Qué es para ti lo más importante que unos padres tienen que inculcarle a su hijo?
Fernando: 3 claves fundamentales: